Cooperando para crecer

Me gustaría hacer una mención muy especial, con todo mi reconocimiento y cariño, a este precioso proyecto que emprendí junto a mi compañera de formación y amiga, Beatriz Fuster, un sueño compartido cargado de ilusión que diseñamos juntas unas Navidades y que terminó con la institución de un espacio físico compartido repleto de anhelos por conquistar, quedando truncado (o mejor en “stand bye”) al cabo de unos meses al poner en común nuestras inquietudes laborales y concluir en visiones y búsquedas diferentes, bifurcándose nuestro camino en común en esos momentos y marcando una distancia física en nuestros trayectos profesionales. Sin embargo, el alma del proyecto quedó allí, impregnando el espacio, siendo actualmente pilar y soporte de sueños e ilusión que alberga infinitos recuerdos pues constituye el principio rector que sostiene y despliega mi actual proyecto y mi espacio de trabajo, ese espacio creativo de arte y crecimiento personal donde desarrollo mi actividad profesional y donde doy rienda suelta a “mis sueños”.

Quién sabe si, quizá algún día, podamos combinar nuestras trayectorias profesionales (ahora más consolidadas) en acciones puntuales de colaboración, aun manteniendo espacios de trabajo diferentes, para reactivar ese flujo de crecimiento personal que genera el trabajo en equipo y la cooperación, permitiendo así el renacimiento de un gran proyecto “con corazón”.

Me gustaría agradecer al proyecto (y a Beatriz por la parte que le toca) pues fue el promotor que impulsó y me dio el valor de “lanzarme al vacío” para dedicarme en serio a ese gran sueño que para mí era poder acompañar a personas en procesos de cambio y mejora personal/profesional,

¡GRACIAS DE CORAZÓN!