El significado del eneagrama

Su significado literal es “9 líneas” (en griego) y es una estrella de 9 puntas si lo miramos desde el punto de vista geométrico.

Concretamente, el eneagrama, es un mapa de la personalidad muy útil como camino de autoconocimiento con el que lograr un verdadero crecimiento personal.

El eneagrama nos presenta 9 tipos (eneatipos) básicos de personalidad arquetípica con sus estrategias básicas para tratar sus asuntos. Cada uno de ellos define un rasgo de carácter, y son representados en los vértices de un eneagrama, que a su vez se divide en tres triadas:

Cada uno de ellos determina el centro desde donde se mueve la persona, principalmente.

La palabra personalidad viene de “personam”, que en latín designaba la máscara que cubría el rostro de los actores durante el drama representado.

Lo que pretende el eneagrama es lograr, a través de un trabajo de observación, llevar al individuo a una toma de conciencia acerca de su propia máscara, ese funcionamiento que aprendió de niño y que cristalizó hacia los 7 años de modo estratégico para sobrevivir y sobrellevar su “herida infantil”, esa estrategia le permitía “la ilusión” de sentirse atendido o “amado”, según su propio código, y, aunque este estilo de supervivencia nos fue útil en la infancia, ya en la edad adulta es más una dificultad pues nos obstaculiza el desarrollo y nos limita en nuestras verdaderas capacidades que fueron reprimidas en nuestra niñez al negar ciertas formas de hacer o sentir y al fomentar ciertas percepciones que nos fueron alejando de otras. Por ejemplo, el niño “eneatipo 5″, ante una madre invasiva”, se aisló creando su propio universo interior, mientras que el niño “eneatipo 3” descubrió la atención de sus padres mostrando una actitud resuelta y eficaz.

El eneagrama nos ofrece la oportunidad, mediante la búsqueda de nuestro propio eneatipo, de conocer ese funcionamiento para poder ir disolviéndolo a la luz de la consciencia y lograr con ello ir trascendiendo el ego que compone esa máscara para poder acercarnos a lo que en esencia somos realmente, a través de ese acercamiento vamos transformando nuestras fijaciones y pasiones, propias de nuestro eneatipo, en las virtudes propias de nuestra esencia, de nuestro SER.

El eneagrama también explica las relaciones entre esas 9 formas de funcionamiento humano, abordando de pleno el tema de las relaciones humanas y la interacción entre ellas en base a cada forma de comportamiento, así como explora esos mecanismos inconscientes que cada forma tiene e incide en el trabajo que favorece en desarticular esos automatismos con el fin de que la persona sea dueña de sus actos y no presa de ellos. De este modo la conducta de la persona que realiza este trabajo va adquiriendo mayor flexibilidad al mismo tiempo que va siendo capaz de entrar en compasión a cerca de las limitaciones personales para lograr así poder entrar en compasión con las ajenas, favoreciendo así nuestras relaciones. De esa forma comprendemos por qué algunas personas nos caen mejor y a otras las rechazamos o también otras puede que nos sean indiferentes.

El trabajo con el eneagrama pretende alejarse de la rigidez que marca el carácter para acercarnos a nuestra autenticidad.

Cada tipo de personalidad tiene su propio mapa que contiene los patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento del individuo y que lo acotan en su forma de mostrarse ante el mundo y ante sí mismo.

El eneagrama nos aporta una gran comprensión hacia nosotros mismos y hacia los demás, permitiéndonos convivir mejor con nuestras tendencias, mejorando nuestra calidad de vida, y nos enseña a soltar la exigencia y el juicio como base fundamental para poder generar los cambios que se irán dando desde la aceptación de “lo que podemos ser” en cada momento, desde ahí nace un desarrollo orientado a ir deshaciendo nuestro funcionamiento caractereológico.

Por otro lado, es muy importante detectar a dónde se dirige nuestra atención, ¿cuáles son nuestros temas clave? Indagando sobre el tipo de cosas a las que atendemos y dedicamos energía habitualmente, uno puede observarse a sí mismo de forma más precisa, desarrollando más conocimiento sobre uno mismo,

Con el Eneagrama adquirimos mayor capacidad de elección sobre el propio comportamiento en lugar de entrar en esos automatismos de pensamiento, emoción y comportamiento que son fruto de nuestra tendencia caracterial para poder responder según nuestras necesidades reales y genuinas.

El eneagrama pretende dar más luz y conciencia a lo que somos y a qué hacemos con lo que somos.


Myriam Segrelles
coach & creative

Especialista método DEEP®
DESARROLLO PERSONAL/PROFESIONAL