Se dice que el 93% de nuestra mente es inconsciente y tan sólo un 7% de ella es consciente ante todo lo que alberga, esto quiere decir que hay una gran información que no manejamos ni tenemos control sobre ella y, por lo tanto, no podemos utilizarla a favor nuestro. Esto es debido a que, desde que nacemos (y antes incluso) hemos ido acumulando en “ese lugar”, a modo de “cajón desastre”, todas las vivencias, modelos, creencias, conflictos e improntas que, en su momento, no supimos gestionar y es precisamente toda esa información la que verdaderamente dirige nuestras vidas sin darnos alternativas de cambio desde nosotros mismos y nuestra voluntad, puesto que precisamente pertenece a esa “parte oscura” que no vemos donde, además, se encuentran nuestros mejores recursos, esos que pertenecen a nuestro “niño interior” y sería bueno saber reactivar. No hay consciencia en nosotros de todo lo que ahí se encuentra y, sin embargo, esa información es la verdadera responsable del funcionamiento que adquirimos desde niños y la que determina nuestra “estrategia”, nuestra personalidad, “nuestra manera de ir por la vida”.
Afortunadamente existen técnicas y métodos de trabajo que nos permiten acercar una mente a la otra, logrando ir iluminando toda esa información a la luz de nuestra consciencia para ir logrando adueñarnos de nosotros mismos mientras vamos deshaciendo esa “madeja emocional” que nos permitirá ir poniendo orden interno con unos resultados asombrosos.
El trabajo con el Eneagrama nos ayuda a clarificar nuestra propia “máscara” estereotipada para poder darle forma a ese “personaje” que hemos ido construyendo como estrategia para sobrellevar nuestra “herida infantil” y recibir “el amor” o la atención que, como niños, no supieron dispensarnos, aprendiendo a funcionar de una determinada manera y elaborando nuestro propio funcionamiento.
Cuando logramos ubicarnos en ese rasgo de personalidad (eneatipo) que determina nuestro carácter comenzamos a hacer un camino de verdadero autoconocimiento para lograr, mediante un trabajo de “exploración” y desde la observación, en función de nuestros propios mecanismos inconscientes, ir disolviendo ese automatismo que aprendimos, que nos limita y nos encasilla, con el fin de expandir nuestro potencial, liberando aquello que realmente somos, eso nos permite vivir más plenamente, mejorando nuestras relaciones, intra e inter personales (primero con nosotros mismos y luego con los demás) y logrando adquirir esa reeducación emocional indispensable.
Además, existen atajos poderosos, en cuanto al trabajo en uno mismo, el método DEEP® de Jaume Campos y la educación emocional que lo sustenta es uno de ellos, logrando muy buenos resultados, pues trabaja con la mente inconsciente directamente. A través de la kinesiología y un test muscular, los especialistas en este método logramos ir captando esos bloqueos o conflictos que han ido surgiendo y quedando (como nudos o bloqueos) atrapados en el inconsciente y que nos limitan profundamente, nos debilitan o nos condicionan a la hora de actuar. Accediendo a ellos para poder liberarlos, vamos acompañando al consultante a esa toma de consciencia que le permitirá aprender de ellos pues, en definitiva, es el único propósito que tienen en nuestras vidas desde la responsabilidad en uno mismo. Para ello es fundamental que la mente consciente (simbolizada por el adulto) vaya dando luz a esa parte inconsciente, que la simboliza nuestro “niño interior”, para que poco a poco pueda ir haciéndose cargo de él, dándole todo aquello que no recibió y ha vivido reclamando en el exterior, como el mejor soporte en sí mismo que necesita y que logrará elevar su autoestima y así, fruto de esa unión, emergerá el ser maduro y responsable que es nuestra mejor versión.
Somos potencial puro y sin embargo vivimos vidas limitadas dada nuestra desconexión. Cuando niños no supieron educarnos emocionalmente (en la mayoría de los casos) y eso fue generando una gran dificultad en nosotros de conectar con nuestro sentir, dado que al sufrir por no saber gestionar determinadas emociones impactantes, fuimos protegiéndonos, creando una “coraza” que nos fue desconectando y separando de quien verdaderamente éramos, de nuestro sentir (nuestra realidad) y, por ende, de nuestro potencial, aprendiendo a estructurarnos desde nuestra mente consciente y de esta manera fuimos aprendiendo a pensar la vida como “supervivientes”, más que a sentirla para poder VIVIRLA realmente.
Pero ahora es tiempo de “DESPERTAR” y decirle a nuestro niño que descanse ya. Acceder al verdadero cambio que necesitas es posible, ese que disuelve la dificultad para conectar con tu poder personal, sólo así comenzarás a vivir una vida plena de sentido desde la responsabilidad y aprenderás a gestionar tus estados emocionales del día a día como recurso fundamental, fruto de un camino de autoconocimiento y educación emocional para recuperar tu paz y reconectar con tu potencial.
Coach Integrativa y Sistémica DESARROLLO PERSONAL/PROFESIONAL![]()
Myriam Segrelles
coach & creative
Especialista en gestión / desbloqueo emocional
y empoderamiento personal

